miércoles, 23 de mayo de 2012

Y encima con recochineo

Últimamente tengo la impresión de que las huelgas de este país son como una borrachera de las gordas: a todas ellas les sucede de forma casi inexorable una tremenda resaca, en este caso mediática, que en ocasiones incluso se torna imposible de digerir.

La guerra de cifras entre Gobierno y sindicatos es sólo uno de los síntomas, aunque probablemente el más molesto de todos ellos sea la sucesión de declaraciones de determinados políticos, que siempre suelen producirse con cierto tono jocoso y, en mi opinión, con muchas ganas de crear polémica y crispar el ambiente para probablemente desviar la atención sobre otros temas de los que no interesa hablar tanto.

Ayer era el propio Wert, Ministro de Educación y Cultura, el que agradecía su actitud "a la inmensa mayoría de los docentes" que no secundaron el paro haciendo, según él, prevalecer "su sentido de la responsabilidad y sus obligaciones para con los estudiantes". Como si unirse para exigir una enseñanza de calidad significara no estar comprometido con la sociedad...

Obviamente, no podía ser de otra manera. La presidenta de la Comunidad de Madrid, esa misma que hace referencia a la libertad de expresión sólo cuando a ella le conviene y no duda en coartar la de los demás en cuanto tiene la oportunidad, tenía que estar metida en el ajo. No ha tardado ni 24 horas en hacer su propio balance de los hechos, no sólo afirmando que el seguimiento fue "modestísimo", sino además insinuando de nuevo y sin rubor alguno que los profesores abusan de las bajas. Y, además, amenaza con una nueva bajada de salarios a los funcionarios.

Con cada protesta ciudadana pienso más fehacientemente que éstas, lejos de resultarles molestas y llevar a recular de algún modo a la clase política, lo que de verdad hacen es impulsarles a regodearse aún más en la indefesión en la que se halla sumido el pueblo al que machacan sin descanso. En otras palabras, a chulearle y encima reirse de él con cierto descaro y abundantes dosis de recochineo.

Lo que realmente me aterra de esta situación es que nos está llevando cada día a más personas a plantearnos si no se nos estará agotando la lucha por la vía pacífica. Y ,de seguir así, irremediablemente esto estallará... probablmente más pronto que tarde.

4 comentarios:

Manu dijo...

Comparto tu indignación perséfone. Parece que los administradores del estado se han acostumbrado tanto a las manifestaciones y huelgas, que a día de hoy ni les afecta, ni mucho menos les asusta. Asi que ellos seguirán recortando y nosotros encabronándonos... pero, ¿hasta cuando?.

Oliva dijo...

Hola, siento el momento de falta de dialogo que estamos viviendo, y lo poco que importamos cada persona en singular, esto no es solo en la enseñanza, yo trabajo en sanidad, y a compañeros mios, después de llevar seis años trabajando, renovando contrato cada seis meses, el 31 de dicicembre se les comunico que el día uno ya no fueran a trabajar, puede que sea legal, pero se me partio el alma, ante la falta de consideración, y esto se esta repitiendo hasta dar gracias por tener trabajo, a pesar de los recortes, los politicos consideran que España es su casa y los ciudadanos parasitos a los que ir castigando, no eliminando porque somos los que pagamos sus gastos, pero si sometiendo a su voluntad.
Espero que pronto surga el diálogo, de manera que todos podamos vivir de manera digna.
La fuerza sól trae miseria y aunque después de una guerra siempre hay crecimiento, no creo que sea la solución.

Tropiezos y trapecios dijo...

Este es el gobierno de la negación, "si negamos todo no existe" y son felices. Si ellos se consuelan diciendo que los paros apenas han sido secundados pues allá ellos.

Creo que los profesores que estaban en las manifestaciones estaban también enseñando una valiosa lección a los alumnos. Hay que luchar: no se puede dejar que te pisoteen.

Pienso que la paz es el camino pero aún así también tengo mis temores a que esto estalle...espero que no se llegue a ese extremo porque entonces si que podría ser nefasto.

Un abrazo.

Oski

Perséfone dijo...

Manu - Tú lo has dicho, compañero: ¿Hasta cuando? Seguro que muy pronto obtendremos la respuesta.

Oliva - Muchísimas gracias por tu comentario, me ha parecido muy valioso. Lo cierto es que enestos tiempos de recortes sociales ya no hay sectores ni gremios que valgan: el ataque es hacia todos y por eso debemos permancer más unidos que nunca. Si hay alguna manera de hacerles retroceder es la apoyarnos los unos a los otros.

Tropiezos y trapecios - Aparte de la negación, yo diría que es el gobierno de la contradicióon: hoy digo no, y pasado mañana (literalmente) digo sí. ¿Estos son los que pretender generar confianza y estabilidad? MAl camino llevan.

Por cierto, me alegra que haya gente capaz de ver la huelga como una verdadera reivindicación y no como una reunión de vagos con muchas vacaciones que encima se quejan de vicio porque "les pones dos horas más de trabajo a la semana".

Muchísimas gracias a los tres por vuestras visitras y comentarios.

Un abrazo enorme.