miércoles, 6 de junio de 2012

Escuchar por primera vez

Quienes vinimos a este mundo con la suerte de no tener problema alguno de audición estamos tan acostumbrados a reconocer sonidos y a relacionarnos con nuestro entorno a mediante la comunicación verbal que, obviamente, somos incapaces de recordar los sentimientos que nos inundaron en que de bebés, probablemente aún en el útero de nuestras primogénitas, fuimos capaces de percibir algo a través del oído. Pero, ¿cómo sería escuchar hoy por primera vez?

Es posiblemente esa incapacidad de ponerse en el lugar de alguien que siempre ha vivido en el más absoluto de los silencios lo que nos hace mucho más emocionantes historias como la de Cooper, un pequeño de dos años cuya reacción al escuchar la voz de su madre después de haber recibido un implante coclear le ha lanzado casi al estrellato.

En éste vídeo que ya ha recibido miles de visitas y cientos de comentarios, se ve a la madre del niño saludando a su hijo, que en un principio no logra distinguir los sonidos e incluso se quita el aparato que posa sobre su oreja izquierda porque le causa molestia. Después de algunos intentos escucha ¡por fin! su nombre y logra reconocer la voz de su mamá. Es entonces cuando empieza a abrir los brazos y agitarlos con gran alegría, para disfrute del espectador.


Afortunadamente, el de Cooper no es el único caso. La sordera congénita o provocada por algúna enfermedad o accidente es uno de los tantos males que la ciencia está tratando de curar hoy en día. De hecho, la medicina moderna ya le ha regalado a muchas personas la oportunidad de vivir una experiencia similar, proporcinándoles de golpe todo un mundo de sonidos por descubrir, la mayoría de ellos gracias al implante coclear, dispositivos comúnmente conocidos como "oídos biónicos", aunque quizás en un futuro no demasiado lejano también puedan hacerlo las células madre.

Sin ir más lejos, 'Youtube' es un buen lugar para descubrir otros ejemplos con nombre propio, como el de Jhonatan, más adorable si cabe al tratarse de un bebé de ocho meses que también recibió un implante coclear y logra reconocer la voz de su madre entre sonrisas, el de Sammie Hicks, de 10 años de edad, e incluso el de Sarah Churman, que con 29 años llora de alegría cuando empieza a escuchar nuevamente los sonidos que le rodean.

Reacciones maravillosas que además de robarnos la sonrisa invitan al optimismo y a desear que llegue el día en que éstos dispositivos estén disponibles para todo aquel que pudiera necesitarlo.

2 comentarios:

elperroverde dijo...

Eso esperemos...
Buena entrada.... Un saludo.

Perséfone dijo...

Elperroverde - Que así sea. Me alegra que te haya gustado.

Un abrazo.