Los niños del Tsunami

Creo que no hace falta recordarlo una vez más, ya que para la mayoría de nosotros las imágenes del desastre que sufrió Japón hace un año permanecerán siempre en nuestras retinas. A pesar de ello, y aunque el día de su aniversario ya ha pasado, quisiera dedicarle unas líneas a todos aquellos pequeños que se vieron afectados por una tragedia de tal magnitud.

La ONG Save the Children divulgaba el pasado jueves un estudio en el que se revela que 365 días después del terremoto y del posterior tsunami en Japón, los niños del lugar aún tienen miedo a jugar en la calle y, aunque obviamente no conocen muy bien qué es la radiación ni cuáles son sus efectos, sufren graves efectos psicológicos derivados de la pérdida de amigos o familiares (unos 1.567 niños y niñas han perdido a uno de sus padres o a ambos) o de los sustanciales cambios a los que, irremediablemente, han tenido que enfrentarse desde entonces.

Actualmente, más de 300.000 personas permanecen en hogares temporales y muchos padres y madres aún no han logrado encontrar un trabajo fijo tras el tsunami. Además unas 7.000 escuelas quedaron destruidas, lo que provocó un impacto directo en la educación de los niños. Hoy todos han vuelto a clase, pero unos 25.000 han cambiado de escuela al haber tenido que abandonar sus hogares.

El testimonio de Ayaka, una chiquilla que aunque permanece fuera de la zona de exclusión que rodea a la planta nuclear de Fukushima todavía tiene que convivir con altos niveles de radiación que afectan su vida cotidiana, bien podría considerarse el vivo ejemplo de todas las consecuencias que la tragedia trajo a la vida de los niños de la zona. Sirva también como homenaje a todas las víctimas y una pequeñísima muestra de solidaridad a quienes aún hoy luchan por sobrevivir.

Vídeo extraído de BBC Mundo.